En un viejo y hermoso paraje en el medio del Camino Real entre Garachico y Buenavista del Norte, al pie de la montaña de Aregume que lo protege de los vientos alisios del norte, a inicios del siglo XVI se construyeron tres depósitos de granos que dieron nombre a la bella población que posteriormente se fundó en ese lugar, Los Silos, municipio de la provincia de Santa Cruz de Tenerife en la isla de Tenerife. Las poblaciones de Santiago del Teide, Garachico, El Tanque y Buenavista del Norte, son vecinos de los Silos.
A
finales del siglo XVII, dos hermanos,
nativos del pueblo de los tres viejos graneros, con una gran devoción
Cristiana centrada en la adoración a María Santísima bajo la advocación de
Nuestra Señora de la Luz, deciden emprender viaje al nuevo mundo, posiblemente ilusionados
por la emigración de alrededor de 40 familias de isleños que alentados por las
ofertas que al llegar a Caracas les serian incumplidas por el caballero de la Orden de Calatrava, Gobernador y Capitán General de
Venezuela, Diego de Melo Maldonado.
El destino de estos isleños en la capital estuvo signado por la incertidumbre,
después de meses de penuria y grandes necesidades recibieron la interesada protección y tutela del futuro Primer Marques de Mijares, Juan Mijares de
Solórzano y Monasterios y su piadosa
mujer Doña Teresa de Tovar Bañes y
Pacheco. Don Juan interesado en obtener su Título Nobiliario, quiso
demostrar su calidad humana y lealtad a la corona dotándolos de tierras de labor, ayudándolos a cubrir sus
necesidades y velando durante un tiempo por su alimentación. Es así como el
primero de Mayo de 1683 se
funda en las hermosas tierras de Gulima el pueblo de Isleños que paso a
ser el centro de la población Canaria de la región, San Antonio de Medinacelli. La
acción “humanitaria” de Los Mijares no dejo ser a la larga un intento
fallido más de economía comunal. El caballero de la Orden de Calatrava, supo aprovechar
las glorias que pudo tener Mijares, para beneficiar su gestión oficial. En
cuanto a la fundación de San Diego,
hay muchas imprecisiones, según el Historiador,
Doctor José Marcial Ramos Guedes, se
funda en 1683 con isleños traídos por el mismo Don Diego de Melo Maldonado. Cabe destacar que San Antonio, desde el punto de vista eclesiástico, fue dependiente
hasta 1780 de su vecino San Diego de Alcalá.
Luego de su paso por Caracas, los dos hermanos de nuestra historia, hijos de Don Luis de Sosa y Doña Francisca López, ambos naturales de los Silos, se avecindaron en San Diego de Alcalá, tomando asiento uno, Don Felipe González de Sosa, en el Sitio de Las Mostazas y el otro Don Domingo González de Sosa, a quien
las penurias económicas lo acompañaron en parte de su vida, en el Sitio de Lagunetas, zona anegadiza en período
de lluvias, próxima al Rio San Pedro. Don Felipe, quien venía desde Las Islas Canarias con su mujer Doña María Francisca de La Cruz,
emigraron a esta tierra de gracia que bien los acogió con sus pequeños hijos Gabriel,
Luis, María Francisca Narciza, Domingo y Josepha Dominga Sosa y de La Cruz.
Don Gabriel Sosa de La Cruz debió ser el primer Sosa en tener presencia en la Villa de Todos Los Santos
de Calabozo, ó quizás, en tener vínculos con dicha Villa; se desconoce
exactamente la fecha de su arribo, se tiene conocimiento que en el Año 1748 le
fue otorgada en Composición: “una
Pozesion de Tierras de Pastos en el Caño que nominan de Agua Verde”, por
Joseph de Salas. En el documento, se indica que estaba residenciado en La
Victoria, documento registrado en el Archivo General de la Nación, sección tierras,
años 1700-1749, año 1748. En los años 1775 y 1776, recibe en composición otros
dos lotes de terreno, contiguos al inicialmente otorgado. Don Gabriel Canario
de nacimiento, residenciado por muchos años en el sitio de Las Mostazas, en San
Diego, pueblo este donde nacieron sus hijos, posteriormente fija su residencia
en La Victoria. Doña Josefa Dominga Hidalgo, su mujer, nacida en San Diego, de padres Isleños
fundadores del pueblo de San Antonio de Medinacelli. En la descendencia del
matrimonio Sosa – Hidalgo, se encuentra un personaje que tuvo importante
participación política y económica en la Villa de Todos Los Santos de Calabozo,
él mismo “sujeto acaudalado, que por orden y encargo que le hizo Don
Demetrio Montiel, compró la Divina Imagen de La Virgen del Carmen en Caracas y por haber faltado diez pesos, los puso”. Fué Alcalde
de Primera Elección y Teniente de Justicia Mayor de la Villa de Todos Los Santos,
se trata de Don Antonio Leonardo de Sosa
é Hidalgo, Nacido el 28 de junio
1744, en San Diego, Bautizado el 20 de
julio 1744, en la Iglesia Parroquial de San Diego de Alcalá, fallecido en
Calabozo, tomó estado el 11 de Septiembre de 1779, en la Iglesia Parroquial de Santa Rosalía de Caracas, con su prima no menos
importante en la vida de La Villa de Todos Los Santos, Doña María Isabel de La Candelaria Ledesma y Rodríguez; la misma Isabel
Ledesma, que ya viuda y cansada, allá
por el año 1835, ordenaba a sus criadas Martina y Saturnina, que le sirvieran
el Chocolate caliente a Doña Mercedita Machado y demás comensales domingueros
de su casa. Doña Isabel, natural de
Caracas, hija de Francisco Afonzo de
Ledesma y Vizcayno, nativo de Arafo, Tenerife, Islas Canarias y de María Dominga Rodríguez de Sosa, nacida en San Diego, casados el 8
de septiembre de 1752, en La Iglesia
Parroquial de San Pablo Apóstol de Caracas. Los nuevos esposos Sosa - Ledesma,
fijan su, Residencia el año 1784 en La Villa de Todos Los Santos de Calabozo,
en la casa que esta diagonal a la Iglesia Catedral, fueron sus hijos, todos
nacidos y casados en Calabozo: Antonia del Rosario, María de Jesús, María del
Rosario de la Trinidad, Antonio de la Encarnación, Joseph Gabriel, Diego del
Rosario, Bárbara, Domingo y Tomás Sosa y Ledesma.
Hermana de Don Antonio Leonardo fue Doña
Rita de La Soledad de Sosa é Hidalgo,
nacida el 24 de abril 1751, bautizada el 25 de julio 1751, en La Iglesia
Parroquial de San Diego de Alcalá, curiosamente en su acta de bautismo, se
puede leer “A su nacimiento, echo el agua
en casa por necesidad, el padre Capuchino de Calabozo del que no supieron el
nombre" , casada con su primo
Juan Manuel Rodríguez de Sosa,
(Padres: Juan Manuel Rodríguez Candelaria y Alvarez & María Francisca
Narciza de Sosa y de La Cruz), padres del Licenciado
José Santiago Rodríguez de Sosa, nacido en Caracas en 1795, fallecido en
1874, Abogado, Diplomático y Político; fué
Embajador de Venezuela en el Reino Unido y representante de nuestra patria
en la Convención de Ocaña, hombre probo a quien respetaban por igual sus amigos
y adversarios, para quien el honor valía más que el poder y la riqueza por
grandes que estas fuesen. Fué enviado a explicar a los gobiernos de Gran
Bretaña y Francia la situación del país, después de la llamada Revolución de
Marzo de 1858, negoció la deuda con los acreedores Ingleses a quienes no se les
pagaban sus réditos desde 1847, logrando un convenio muy favorable para la República.
Rodríguez de Sosa, tenía siempre por
premisa “No halagar a los acreedores con promesas ilusorias”. Don José Santiago,
fué un personaje de silenciosa presencia en La Villa de Todos Los Santos de
Calabozo, donde tenía posesiones de tierras y hato de ganado mayor. El año de1832
actuó como Juez de Letras de Calabozo, casado
en 1834, con su prima Rosaura Rodríguez
Sosa (Padres: Juan Manuel Rodríguez Padrón
& María Ignacia de Sosa y Rodríguez), con sucesión Rodríguez Rodríguez. Nieto del Licenciado Rodríguez de Sosa fue el Doctor José Santiago Rodríguez Rodríguez, nacido en
Caracas el 14 de febrero de 1877, quien basado en el archivo personal de
su abuelo, publicó en 1933 la obra “Contribución
al estudio de la Guerra Federal en Venezuela”. Eminente Jurista, fundador e
individuo de número de La Academia de Historia de Venezuela, a raíz de su
muerte, el boletín de La Academia Nacional de La Historia, Tomo XXVIII, N° 110,
al exaltar su figura lo llama:” Paradigma
de todas las virtudes públicas y privadas, modelo de ciudadano, espejo de
sabios, ejemplo insuperable para las juventudes ávidas de conocimientos y
deseosas de servir con desprendimiento y
decoro a los altos intereses de la Nación”.
María Eusebia de Sosa é Hidalgo, también hija de Don Gabriel, Nacida el 4 de marzo
1747, en San Diego, Casada con Domingo Alfonzo y Méndez, con sucesión:
María Dolores de La Luz Alfonzo y Sosa,
nacida el 21 de abril 1767, en San Diego y Andrés
Alfonzo y Sosa, quien procedente de La Victoria, pasó a Calabozo, donde adquirió
posesiones y hato de ganado mayor en la costa del Rio Portuguesa, casado con Isabel Chávez de Villa de Cura, fueron
padres de Josefa María Alfonzo Chávez, casada
en primeras nupcias con el comandante Angel
Celestino Padrón Salas, Prócer de la Independencia,
quien compró su vida a Boves después de la derrota de Santa Catalina
y fallece el 5 de diciembre de 1814, en La Batalla de Urica. Viuda Doña Josefa María, contrae segundas nupcias
el 5 de octubre 1816, en La Iglesia Parroquial de Todos los Santos de Calabozo,
con su primo Diego del Rosario Sosa y
Ledesma, hijo de Don Antonio Leonardo de Sosa é Hidalgo y de Doña María
Isabel de La Candelaria Ledesma y Rodríguez, con amplia sucesión Calaboceña Sosa
Alfonzo.
Don Luis Sosa de La Cruz, Hermano de Don Gabriel, Nacido en
Los Silos, Tenerife, Islas Canarias, casado el 14 de septiembre 1738, en la
Iglesia Catedral de Caracas, con Rosa Tomasa González de Jara (Padres: Esteban
González Cornelio & María Francisca de Jara) con sucesión: Domingo Estevan de Sosa y González, casado
el 13 de diciembre de 1762, en la Iglesia Parroquial de Todos Los Santos de
Calabozo, con Thomasa Cathalina
Rodríguez Camejo y Santiago (Padres: Domingo Rodríguez Camejo y Delgado
& Cathalina Rodríguez de Santiago y Ledesma) con sucesión: Sosa y Rodríguez
Camejo.
Don Luis, compadre y hombre de la confianza de su consuegro Don Domingo Rodríguez Camejo, quien en 1777, da fe de su presencia
en Calabozo, Camejo o Camero, como también se hacía llamar, en su testamento dice
poseer “un sitio en la boca de Guanare y
Portuguesa con sus reses a medias con Doña Inés de Freites , del que ha sido
expulsado, «sin dejarme tierra alguna», otro sitio en Calabozo comprado a su
suegra Ana Ledesma de nombre
Sanguijuelas, al que le dio la mitad a su compadre Luis González de Sosa”. Al
quedar viudo, Don Luis de Sosa, contrae
segundas nupcias, entre 1744 y 1748, con Agueda
María Marrero, natural de Los Teques, con sucesión:
Don Antonio Fernando
de Sosa y Marrero, quien se radica en La Victoria, donde
fundó su hogar con Doña María de Jesús
Rodríguez Fajardo y Don Felix Pablo de Sosa y Marrero, quien alrededor de 1780, contrae
nupcias con Juana Barthola de Sosa y
Espinoza de Los Monteros, radicados inicialmente en La Victoria, pasan a
Guardatinajas, teniendo por hijos a saber: Félix Pablo, Juan José, Rita Begoña
y
José Gabriel de Sosa y
Sosa, este último, casado con María Eustaquia Morín, fueron padres de:
Miguel Sosa Morín, casado con Rosaura Rojas, José Gabriel Sosa Morín, casado
con María de la Cruz Silva, Juana
Evangelista Sosa Morín, casada con Paulo Emilio Llamozas Hurtado de Mendoza, Adriana
Sosa Morín, casada con Ramón Hernández Toro, María Sosa Morín, casada con Ramón
Delgado Rojas y Mercedes Sosa Morín, casada con Domingo Llamozas Galindo. Don Félix Pablo, enviuda y contrae
segundas nupcias el 12 de abril 1819,
en La Iglesia Parroquial Santa Bárbara de Guardatinajas, con Josepha Luisa Rojas y Pineda (Padres:
Gerónimo Rojas & María de La Merced Pineda), con sucesión Sosa Rojas.
Los hermanos de La Rosa y Sosa, quienes a principio de siglo XIX, adquirieron tierras para cría de
ganado, cercanas a la boca del caño de Roque, en el sitio que hoy se conoce
como “El Rosao”, seguramente en alusión a su apelativo, fueron nietos de Don Domingo de Sosa y de La Cruz, por haber
sido hijos del matrimonio de su hija María
Antonia de Sosa y González, casada el 10 de Enero de 1748 en La Iglesia
Parroquial de San Diego de Alcalá con
Juan Martín de La Rosa.
Don Domingo González de Sosa,
nacido en Los Silos, el segundo González de Sosa de nuestra
Historia, Contrae nupcias el 2 de mayo 1707, en La Iglesia Catedral de Caracas, con Angela Ramos de Orta, natural de Buenavista,
“Angela Ramos, había contraído nupcias
con un viudo, Sebastián Peña, que
tenía tres hijos del anterior matrimonio. Tuvo con él 5 hijos adultos. No llevaron a él caudal alguno. A
su muerte nada le quedó. Casó de nuevo con otro isleño, Domingo Sosa, con el
que tuvo 5, de los que 3 llegaron a adultos. No aportaron nada. Sus únicos
bienes eran una casa en Santa Rosalía, un negro de 18 años, una mula, un burro
y un caballo, Testamento de 15 de octubre de 1720, AGN, Testamentarias 1725”. Del nuevo
connubio con el vecino de Lagunetas, nacen
5 hijos, de los que solo 3 sobreviven hasta la adultez: Domingo, Felipa Ignacia y Victoria de Sosa y Ramos, los tres
casados en San Diego con sucesión. Al quedar viudo Don Domingo, ya entrado
en años, contrae segundas nupcias el 6 de enero 1726, en La Iglesia Catedral de
Caracas, con Margarita Morán Ruano (Padres:
Juan Morán & Juana Candelaria Ruano), sin sucesión, termina su vida en
Caracas “donde poseía una modesta
mercería, cuyos efectos alcanzarían unos 2.000 pesos”.
A finales del Siglo XVIl,
cuando Gabriel y Luis, jóvenes campesinos en su natal terruño, embarcan con sus
padres en goleta con las velas orientadas hacia un horizonte desconocido, son
cautivados por el fresco aire de las alturas de Gulima y los bellos paisajes de
Las Mostazas. Al pasar el tiempo y fundar familias, el inmenso y caluroso llano
les atrapa los sueños, dedican sus esfuerzos a la cría de ganado mayor,
impulsando el desarrollo de esta soleada y hermosa región, hoy día algunos de
sus descendientes continúan el compromiso con esa fascinante pero difícil
actividad, otros, ya en estos tiempos modernos decidieron cambiar sus rumbos y
luego de su paso por la Academia se desempeñan como exitosos profesionales en
distintas áreas y latitudes, pero seguro estoy de que siempre han tenido en sus corazones un lugar
muy especial para este nuestro Calabozo, que como bien dice el Doctor Castillo
Lara: ¡Calabozo! Un poco de llano
aprisionado. Un mundo de Sol detenido. Un caliente palpitar de vida, cercado y
abierto por muros, por casas, por calles y plazas ¡Calabozo! Un lugar que no
cierra ni encierra, que abre y descubre,
libera y suelta. No es Calabozo sino aventura de quimeras, O será Calabozo porque
agarra los sueños. Igual que aprisiona los hombres para que vayan y vengan y
siempre vuelvan. Es un Calabozo, no de cadenas sino de amor. Ancho como la
sabana, como la sabana abierto a su vital función de sol.
Luis Eduardo Viso
Fuentes Bibliográficas y Documentales
1.- Bibliográficas
- · Castillo Lara, Lucas Guillermo, Una Tierra Llamada Guaicaipuro, Caracas 1980, Colección Cecilio Acosta.
- · Castillo Lara, Lucas Guillermo, Villa de Todos Los Santos de Calabozo, el derecho de existir bajo el sol, Ediciones Carlos del Pozo, Calabozo 1996
- · Hernández González, Manuel, Los Canarios en la Venezuela Colonial (1670-1810) Colección Histórica, 1a edición en Venezuela: septiembre 2008 Título: Los canarios en la Venezuela colonial 1a edición en castellano: Centro de la Cultura Popular Canaria, Tenerife, 1999 ISBN: 980-6741-43-9 Depósito legal: lf-252200780051.
- · Contribución al estudio de la Guerra Federal en Venezuela, Doctor José Santiago Rodríguez, Oficina Central de Información, Caracas 1976.
- · Ruiz, Ubaldo, Dos Relatos Calaboceños, Colección José Antonio de Armas Chitty, Fundación Editorial El Perro y La Rana, Diciembre 2011.
- · Ruiz, Ubaldo, Un Templo y Tres Familias, Calabozo 2017.
2.- Documentales
- Archivo General de La Nación, Sección Testamentarias, Caracas, Venezuela.
- Archivo General de La Nación, Sección Tierras, Caracas, Venezuela.
- Archivo del Registro Principal del Estado Guárico, San Juan de Los Morros, Venezuela, Civiles.
- Archivo de la Oficina de Registro Inmobiliario de La Victoria, Estado Aragua, Venezuela.
- Archivo de la Oficina de Registro Inmobiliario de Calabozo, Estado Guárico, Venezuela.
- Archivo Arquidiocesano de Caracas, Venezuela, Expedientes Matrimoniales.
- Archivo Parroquial de La Iglesia Catedral de Caracas, Venezuela.
- Archivo Parroquial de la Iglesia Parroquial de San Pablo Apóstol de Caracas, Venezuela.
- Archivo Parroquial de La Iglesia de Todos Los Santos de Calabozo, Estado Guárico, Venezuela.
- Archivo Parroquial de La Iglesia de San Diego de Alcalá, San Diego, Estado Miranda, Venezuela.
- Archivo Parroquial de La Iglesia de San Antonio de Padua, San Antonio, Estado Miranda, Venezuela.